RECUPERACIÓN DE UNA HERNIA DISCAL CERVICAL

Hernia-discal-cervical

¿Qué es una hernia discal?

Entre las vértebras de la columna, contamos con unas estructuras llamadas discos intervertebrales, que tienen entre otras, la función de amortiguar los impactos de la columna. Los discos intervertebrales están formados en la parte interna por un tejido blando y gelatinoso llamado núcleo pulposo, que esta recubierto y protegido por el conjunto de fibras resistentes que forman el anillo fibroso.

Se denomina hernia discal cuando el anillo fibroso se rompe o se desgarra y el núcleo pulposo se hernia, es decir, sale de su espacio. En la gran mayoría de casos el núcleo pulposo de desplaza hacía las raíces nerviosas comprimiéndolas y provocando un dolor intenso.

Las hernias discales pueden ocurrir en cualquier nivel vertebral de la columna, siendo más frecuentes los niveles c5-c6 y c6-c7 en la región cervical. En la región lumbar, las hernias discales más habituales son L4-L5 y L5-S1.

¿Qué es una protrusión discal?

A diferencia de la hernia discal, en la protrusión no hay rotura del anillo fibroso, por lo que el núcleo pulposo no llega a salir de su espacio. En la protrusión se produce una degeneración y deformación de las fibras del anillo fibroso produciendo un abombamiento en el disco. Este abombamiento en muchas ocasiones comprime las raíces nerviosas provocando un intenso dolor.

Causas de las hernias discales

Aunque es difícil diferenciar una única causa, en la mayoría de los casos se asocia a un desgaste natural. El contenido de agua de los discos disminuye, haciendo que estos sean menos flexibles y más vulnerables. También se han relacionado con el sobreuso según el tipo de actividad laboral, sobrepeso o herencia genética.

Síntomas de las hernias discales cervicales

Debido a los procesos inflamatorios en las hernias, el dolor en la región cervical es el síntoma más frecuente, provocando tortícolis en muchas ocasiones. Este dolor suele aumentar considerablemente al toser, estornudar o incorporarnos.

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Como consecuencia de la compresión radicular, la cérvico-braquialgia es un síntoma muy característico de las hernias y protrusiones discales cervicales. En estos casos el dolor no se localiza solo a nivel cervical, sino que produce un fuerte dolor irradiado por el brazo. También son habituales las parestesias (hormigueo) y debilidad o perdida de fuerza en estos procesos.

En función del segmento afectado, el dolor y debilidad ocurrirá en los territorios y músculos inervados por el nervio afectado.

  • C4-C5: Suele causar dolor en los hombros y puede producir debilidad en el músculo deltoides
  • C5-C6: Suele producir dolor en la cara anterior del brazo y puede provocar debilidad en los bíceps y en los músculos extensores de mano
  • C6-C7: Normalmente produce dolor en la cara postero-externa del brazo y puede producir debilidad en el musculo tríceps y en los músculos extensores de los dedos.

Tratamiento de las hernias discales

En la gran mayoría de los casos, con un tratamiento farmacológico y de fisioterapia se obtendrán buenos resultados. El tratamiento conservador ha demostrado obtener los mismos o incluso mejores resultados que la cirugía a largo plazo, eliminando los riesgos que esta conlleva. Sin embargo, los casos en los que exista compresión medular y déficit neurológicos severos, se recurrirá a la cirugía de forma urgente.

En cuanto al tratamiento conservador, en la fase más aguda caracterizada por un dolor intenso e incapacitante, es importante seguir el tratamiento farmacológico pautado por el médico además de complementarlo con tratamiento de fisioterapia. El fisioterapeuta normalmente empleará opciones de tratamiento como la educación terapéutica, electroterapia, masoterapia, movilizaciones y tracciones con el objetivo de reducir el dolor en la fase más aguda. Una vez el dolor intenso vaya remitiendo, se irán incluyendo ejercicios de fuerza, neurodinámicos, punción seca etc.

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Operación de la hernia discal cervical. Discectomía

La discectomía es la intervención quirúrgica más utilizada actualmente y consiste en la resección del disco herniado. Realizando el abordaje por la parte anterior de cuello, el cirujano extirpará el disco cervical y en su lugar colocará un trozo de hueso propio del paciente (cresta iliaca normalmente) o unas “cajitas” de titanio para fusionar las dos vertebras. Otra opción de tratamiento es colocar una prótesis de disco artificial.

Tiempo de baja y recuperación.

Como norma general, si la operación y la rehabilitación han ido según lo esperado, en un plazo de unas 4 – 6 semanas el paciente puede volver a incorporarse a la vida laboral. Para iniciar una actividad física o deportiva de alta intensidad generalmente el plazo se suele alargar hasta la octava o decima semana. Como siempre decimos, los plazos son orientativos ya que cada paciente tiene unas circunstancias diferentes y sigue su proceso de forma individualizada.

Riesgos de la operación de una hernia discal cervical

Aunque la disectomía cervical es una intervención simple y con un porcentaje bajo de complicaciones, como cualquier intervención conlleva unos riesgos que se deben de tener en cuenta.

La complicación más frecuente es la disfagia (dificultad para tragar). En un porcentaje bastante inferior, se han descrito otras complicaciones como; Lesiones de esófago o cuerdas vocales, déficit radicular, empeoramiento de la lesión existente, lesión arterial, infección posoperatoria, discitis.